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La importancia de un buen engastado en una pieza
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Recientemente nos ha llegado a certificar una joya de familia con unas características más que destacables. Se trata de una cruz de oro con diamantitos engastados a granos, hasta ahí todo normal, pero cuando se ve más de cerca salta a la vista la calidad de un exquisito trabajo a buril que ya le gustaría a muchos engastadores modernos poder realizar. La pieza ha sido datada alrededor de los años treinta, cuando aún el trabajo se hacía enteramente a mano y no se tenían microscopios. Al observarla con lupa y con modernas lentes de aumento es imposible detectar el más mínimo error en el trabajo del artesano. Se trata sin duda de un trabajo de excelente calidad, imposible de realizar hoy día incluso con las modernas máquinas de alta precisión de las que disponen los engastadores. Esto no se debe a una falta de profesionalidad en los engastados modernos si no en un cambio drástico en la manera de aprender y trabajar, que ha dejado tanto resultados positivos como negativos. En esos tiempos todavía se aprendía el negocio de padres e hijos y se empezaba desde joven como aprendiz formandose desde la base de la artesanía más pura, el resultado, a la hora de la realización de la pieza, era sin duda superior al actual ya que las herramientas en las manos del orfebre se convertían en la prolongación de sus dedos y utilizaban el buril como si de una cuarta falange se tratara. En esa época, todavía no se habían mecanizados los talleres de joyería y las piezas se trataban como mucho más cariño y paciencia. De los talleres de joyería media salían piezas con un nivel de trabajo tan exquisito como el de los talleres de alta joyería. Esto en la actualidad he desaparecido ya que la manufactura se ha concentrado en la alta joyería y en la joya de autor y en los talleres de joyería media ya no hay sitio para la paciencia que requieren las manos de un maestro artesano. Al consultar a uno de los engastadores más prestigiosos de Valencia, hombre de gran profesionalidad y larga trayectoria profesional ,la su respuesta fue clara- "Alucinante, una pasada. Yo de mayor quiero engastar así". Una verdadera pena que el autor no firmara la obra. |
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Vista de planta de la cruz
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Detalle del engastado donde se aprecia la calidad del engaste y el grafilado.
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