27/1/2011 Algunas prácticas fraudulentas en el comercio de piedras (continuación)
 
  
27/1/2011 Algunas prácticas fraudulentas en el comercio de piedras (continuación)

Otra sorpresa que recientemente nos ha llegado al laboratorio es un hilo de pulsera aparentando ser bolas de fluoritas o turmalinas que, al mirarlas detenidamente, se nos revela algo muy curioso: esas bolas están envueltas en una capa de color que fácilmente se despega y que se están vendiendo como fluoritas o turmalinas. En realidad se trata de cristal de roca que al estar lacadas en diferentes colores, el aspecto podría confundirse con piedras como la fluorita o la turmalina. Me llama mucho la atención que minerales como estos sean imitados cuando la naturaleza aporta gran cantidad de ellos y a módico precio en casi toda su variedad de colores. Es deleznable que existan en el mercado materiales como éste sin que conste en su etiqueta lo que verdaderamente son. Quiero transmitir con estas líneas que independientemente del material del que se trate, ha de estar correctamente indicado, para el bien de aquellos ojos inexpertos que compran piedras, y puedan saber de antemano lo que realmente se llevan a casa. No critico la diversidad de productos comerciales. Hago hincapié en la nomenclatura, a veces, tan confusa que se les da a algunos materiales que evocan pensar la compra de algo natural, no siéndolo ni en su más remota apariencia. Para ello, existe una normativa CIBJO que se encarga de llamar a cada cosa por su nombre, aclarando si se trata de una síntesis, imitación o si ha sufrido algún tipo de tratamiento, etc. Esta normativa, el laboratorio MLLOPIS la sigue lealmente en todos y cada uno de sus certificados y se hace especial mención en todos los cursos que impartimos para que todos aquellos que deciden aprender con nosotros sepan y compartan nuestro empeño de nombrar debidamente a todo material que existe en el mercado.


  

Es aconsejable exigir un certificado gemológico.

 


Pulsera objeto de este articulo y una cuenta ampliada en la que se aprecia la capa deteriorada por el roce.
Se aprecia en una de las cuentas la capa coloreada junto al taladro.
 
   
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